Hace unos días que se conoció el Informe Draghi, propuesta que desde hace varios meses se nos venía anunciando como una importante guía para el desempeño de la próxima legislatura europea, un libro de fondo para las políticas de la siguiente comisión presidida por Ursula Von der Leyen.  Este informe, que fue precedido antes del verano por el Informe Letta, no ha defraudado en sus expectativas de plantear elementos rupturistas, de proponer cosas que pretendan cambiar el estado de la marcha de la política de los 27 países que constituimos la tan celebrada UNIÓN EUROPEA.

Pretendo, tras la lectura de sus más de 400 páginas, dar, en esta primera entrega, algunas informaciones – acompañadas de opinión – sobre uno de los muchos apartado que contiene este documento. Me refiero dentro de las POLÍTICAS HORIZONTALES al capítulo específico dedicado a la INNOVACIÓN y a cómo hacerla crecer. Treinta páginas llenas de contenidos precisos, de diagnósticos atrevidos, que, para mí, coinciden en gran medida con las ideas que venimos defendiendo desde el FORO DE EMPRESAS INNOVADORAS en los últimos años. Vaya por delante esta primera conclusión: desde amplios analistas hoy existe una plena convergencia en el diagnóstico de lo que pasa. Ahora es tiempo de ACTUAR, no necesitamos mucho más esfuerzo en investigar. Sabemos lo que hay que hacer y por lo tanto es la hora de la POLÍTICA. Sí, de las decisiones ejecutivas pues algo de eso, de política, hay en la inacción que tanto nos está costando romper.

Y en eso quiero detenerme antes de entrar en el comentario del contenido de esas páginas del Informe. Una periodista de tanta experiencia y reconocimiento como Pepa Bueno lo ha escrito en uno de sus artículos. Estamos ante un cambio de paradigma; Draghi propone pasar de las políticas que han dominado este mundo occidental a partir de la década de los 80 en el siglo pasado – el neoliberalismo – para volver a situar las prioridades en los elementos que dieron paso a los treinta años gloriosos tras la segunda guerra mundial. Rotundamente se propone construir Europa buscando Paz, Sostenibilidad, Industria, Estado del Bienestar y Progreso. Todos esos conceptos se apoyan en elementos como el Talento, la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, tal y como se indica en las propuestas del Informe Draghi. Elementos que marcan una magnífica senda para que el Viejo Continente, con su nueva formulación de una Unión más cohesionada, basada en las Cinco Libertades contenidas en el Informe Letta, recupere las posiciones de liderazgo que ha venido perdiendo desde hace unas décadas.

Entrando ya en el contenido preciso del Informe se afirma, de forma rotunda, que la Investigación y el Desarrollo serán elementos críticos en el mantenimiento del Estado del Bienestar y que en estos campos la capacidad de innovación de la Unión Europea está por detrás de los indicadores de los Estados Unidos. Las causas de estos malos resultados se señalan con detalle, a lo largo de diez increíbles páginas, en 8 campos de los que en este post voy a destacar solamente algunos, los que considero más relevantes.

Arranca con la referencia a una baja inversión privada europea en I+D. Nuestra cifra se sitúa en el 2,3% del PIB frente al 3,5 de USA, al 3,3 de Japón y al 2,4 de China. La composición de inversión europea en sectores de intensidad media y baja de I+D puede estar en la base de estas diferencias entre los distintos competidores mundiales.