UNA PROPUESTA PARA INVERSORES

Ayer participé, invitado por un importante agente financiero, en un debate sobre una nueva propuesta destinada a animar a los interesados en invertir sus fondos en nuevas propuestas más innovadoras. Vaya por delante mi agradecimiento por permitirme exponer el relevante papel que tienen las empresas tecnológicas en estos críticos momentos, dentro de la mayor crisis económica de los últimos cien años. En los últimos doce meses, las nuevas empresas digitales han crecido de forma más rápida que el resto de los sectores y las Bolsas con orientación tecnológica han vadeado la crisis con resultados positivos. Y todo esto se da en un contexto en el que la I+D+I aparece, por primera vez, ante los ojos de la ciudadanía como un elemento que garantiza la solución a la tremenda crisis sanitaria, económica, social.

Justo en este periodo, cuando la situación está en un momento de máxima tensión, Europa ha tomado algunas decisiones de gran calado, que evidencian que el viejo continente no renuncia a jugar en primer plano de las potencias mundiales. Su recientemente aprobado gran Marco Presupuestario plurianual y el lanzamiento de importantes programas como el Next Generation EU (750.000 millones de euros) son, entre otros, evidentes signos de su compromiso con el futuro.

Para que la Ciencia y la Tecnología lleguen a la sociedad y por lo tanto sus ciudadanos se beneficien de los fondos dedicados para el crecimiento del saber, es preciso que las empresas, a través de sus procesos de INNOVACIÓN, conviertan esos avances en términos de productos y servicios avanzados. Y para ello se necesitan fondos, y esos fondos deberían también provenir de la inversión de los ciudadanos que, a la vez que buscan obtener buenas rentabilidades a sus activos, pueden convertirse en protagonistas indirectos del progreso de sus sociedades. Pues de eso se trata, de invertir los importantes recursos financieros disponibles provenientes del ahorro privado, en soporte de las empresas tecnológicas que en las futuras décadas van a aportar las soluciones que nos llevarán a un mundo difícilmente imaginable hoy. Está ahora en nuestras manos que nuestro planeta sea inclusivo y sostenible, gracias al empuje rompedor de la imparable digitalización global.

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