SE BUSCA VICEPRESIDENTE PARA PERTE
Hace unos días, el pasado miércoles 23 de marzo, abría el encuentro de los Desayunos con la Innovación de AYMING en el que, por cuarta vez, participaba el Secretario General de Industria Raúl Blanco, anunciando la aprobación, en el último Consejo de Ministros, de dos nuevos PERTES – el Aeroespacial y la Digitalización del Ciclo del Agua- que se sumaban a los ocho ya contenidos en el cuadro resumen que elaboré con motivo de ese encuentro.
Y también en el transcurso del evento – al que se sumaron más de trescientos interesados – se dio a conocer la noticia, muy oportuna, pero sobre todo muy importante, de la decisión de uno de los grandes fabricantes de automóviles – la empresa WOLKSWAGEN – de instalar su fábrica de baterías en la ciudad de Sahagún, Comunidad Valenciana, con unas inversiones multimillonarias que crearan más de 3500 empleos en la región.
Como decía en mi anterior escrito, ya tenemos la partitura y parece que alguien se atreve a interpretar la pieza que persigue deleitar a los oyentes, agradar a los viandantes. Este proyecto será uno más de los muchos que deberán arrancar tras el plazo del 3 de mayo, cuando se aprueben por el procedimiento competitivo las mejores ideas que las empresas en sus consorcios presenten al escrutinio de las autoridades competentes. Ministerios y agencias involucradas que deberán decidir, según nos comunicó el ponente en los plazos para que se puedan abonar las anualidades del año 2022 antes de que se acabe el ejercicio.
Energía para los retos, ilusión para los participantes y todo ello de acuerdo con las normas que algunos anunciamos desde el principio. Reglas y procedimientos que dejan en evidencia a aquellos que se adelantaron, con intereses aviesos, a confundir a los interesados, apropiándose de los mecanismos de convocatoria, concesión y seguimiento que desde el origen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia estaban enunciados.
Ahora viene lo bueno; ejecutar lo que se quiere, en calidad y en plazos, para conseguir cambiar las cosas, renovar nuestra propuesta tecnológica, basada en una reindustrialización que haga viable la soberanía tecnológica que el ponente prefirió denominar AUTONOMÍA ESTRATÉGICA ABIERTA, reivindicando el componente no autárquico, cerrado, de otras afirmaciones que parecen de nuevo equivocarse al hacer la lectura de lo que nos toca realizar ahora. Me alegro mucho de que en la cúspide de quien dirige este asunto no haya ninguna duda sobre el camino y lo que es más importante, la meta, a la que queremos llegar haciendo realidad los PERTES.
En esta etapa cobra especial relevancia el papel de alguien que contemplado en la primera formulación de los Proyectos se insertaba entre los mecanismos existentes de GOBERNANZA y que se ha visto recogido en algún otro de los PERTES aprobados. Me refiero al VICEPRESIDENTE de la Alianza para el VEC, figura de experiencia en las materias respectivas de cada plan y que debería aportar los elementos de conocimiento en la gestión de tan relevantes presupuestos. La definición y responsabilidades que se contemplaron en su lanzamiento son bien explícitos:
«Una persona de reconocido prestigio en el sector de la automoción, nombrada por el Grupo de trabajo interministerial, que ejercerá la Vicepresidencia, y tendrá como función esencial el impulso y promoción entre los actores implicados, públicos y privados, del PERTE VEC. La vicepresidencia sustituirá a la presidencia cuando se encuentre ausente».
Os podéis imaginar, al frente de este rol, ayudando con su saber al buen desempeño de los gestores públicos, a alguien con reconocido prestigio en el campo empresarial, que tenga como responsabilidad el éxito en la mejor gestión de tan complejo entramado de participes, actores y evaluadores.
¿Por qué no tratar de contar con personajes del perfil de alguien reconocido gestor – por poner un ejemplo provocador, Pablo Isla – para seguir el buen desempeño de los cerca de 24.000 millones que representa el PERTE DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO CONECTADO? Seguro que, teniendo al timón a este tipo de perfil, muchos españoles estarían más tranquilos sobre el éxito de tan importante proyecto transformador. Lo que no se persigue con ahínco, lo más probable es que no salga.