LA INVERSIÓN PRIVADA PARA ACELERAR EL CRECIMIENTO EMPRESARIAL EN ESPAÑA

En esta semana se ha conocido el resumen de la actividad del Capital Privado en España que publica SPAINCAP, la asociación de los Fondos de Inversión que trabajan en este sector. Es bueno precisar que estas cifras se refieren a las Gestoras que trabajan en las actividades de Venture Capital y Private Equity, estando expresamente excluidas las inversiones en infraestructuras y “real state”. Estas cifras reflejan el enorme crecimiento de este sector inversor en España en los últimos años. Algunos datos ilustran lo mejor de sus resultados acumulados, 43.629 millones de fondos bajo gestión, 481.745 empleos en las empresas participadas, así como el salto incremental dado en los últimos tiempos en los que se ha pasado de 2.509 millones de inversión en el 2013 a 8735 millones en el 2022.

Estamos tratando, por lo tanto, de un sector de actividad que juega un papel relevante en un aspecto muy crítico en el desarrollo de la competitividad de los países. En concreto en la labor de aportar los fondos necesarios para el crecimiento de las compañías privadas en su enorme competencia con el resto de los actores mundiales. Unas empresas mal financiadas son el ejemplo más evidente de sociedades incapaces de crecer en los entornos tan competitivos como los que vivimos.

Hemos de felicitarnos por estas cifras que se ven completada con algunas realidades de rentabilidades acumuladas para las desinversiones realizadas en el entorno del 18% o la consecución de un puesto nº5 en Europa para el ranking de empresas cuya valoración supera los 1000 millones de euros (los conocidos como unicornios).

Máximo histórico de la inversión en 2022, superando el registro de 2019

Esta satisfactoria realidad que proviene del sector privado se ha visto acompañada en su crecimiento por el sector público español que ha sido capaz de trabajar en dos vías para facilitar el aumento del Capital Privado en España, la del capital y la de la regulación. En la primera, procurando fondos públicos para acompañar a los inversores privados. Para ello se aprobaron, en la primera década del siglo XX, relevantes entidades que han acompañado a los fondos de inversión privados. Ejemplos de estas actuaciones son los instrumentos FONDICO de la mano de AXIS (ICO) e INNVIERTE, propuesta del CDTI para participar en las actividades de Venture Capital. Estas entidades han aportado importantes cantidades de recursos financieros facilitando, sin duda, el importante crecimiento de este sector, tal y como lo recogen las cifras que aporta el resumen referido en anteriores párrafos.

En la vía de la regulación, sólo recientemente, con la aprobación de la Ley de Fomento del ecosistema de las empresas emergentes (conocida como Ley de Startups), el Gobierno de España se ha puesto manos a la obra en ese terreno, tan imprescindible como en el de la aportación de fondos. Es muy recomendable la lectura de esta Ley publicada el pasado 21 de Diciembre del 2022 para cualquiera que quiera conocer más en detalle las propuestas interesantes que en ella se recogen. A modo de invitación, en la ley se introducen cambios positivos en las condiciones en las que los inversores en esta actividades se pueden beneficiar – vía mejoras en los rendimientos de las acciones o participaciones en empresas emergentes – o en las facilidades para la contratación de personal internacional y sobre todo en el reconocimiento de fondos de coinversión para “atraer capital privado a la financiación de empresas emergentes en sus distintas fases de creación, crecimiento e internacionalización”. Esta propuesta que se incluirá en el próximo Plan Estatal de Investigación Científica, Tecnología e Innovación que arrancará el 2024 y la creación de Foro Nacional de Empresas Emergentes y de la Oficina Nacional del Emprendimiento son elementos de novedad en el panorama regulatorio y de Gobernanza de las actividades del Venture Capital que merecen un aplauso de entrada.

Estas acciones vienen especialmente bien en un momento en el que en el mundo las Inversiones en I+D e Innovación alcanzan la cifra media del 2,6 en relación con el PIB. En España seguimos en esa cifra menguada del 1,4% y para su crecimiento necesitamos de la aportación de relevantes cantidades de financiación que acompañen al resto de factores: talento, internacionalización, otras regulaciones, etc. En esta tarea el Capital Privado tiene que jugar un rol importante y las cifras de SPAINCAP para el año 2022 en el que se ha producido una caída de la inversión en Venture Capital, si bien con niveles relevantes en relación con el pasado reciente, pueden ser un aviso sobre como tenemos que seguir siendo atractivos para que los inversores ajenos a la Innovación y a la I+D sigan considerando a España como un sitio adecuado para poner a crecer sus inversiones de medio y largo plazo.

No hemos alcanzado en ninguna de las dos vías planteadas una situación de confort o estabilidad. Se precisa seguir con la apuesta en la creación de nuevos fondos y regulaciones más adaptadas a una realidad tan cambiante, pero es de justicia reconocer los pasos dados y no rebajar la ambición de estar en cabeza también en la competición para que España sea una nación innovadora basada también en su capacidad emprendedora.

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