¿HAS OÍDO HABLAR DEL INFORME LETTA?
En los sitios donde se piensa acerca del futuro de ese gran invento que es la UE se han encendido las alarmas. Y no lo es para menos. El PIB en los EE. UU. creció el 60% en el periodo 1993 al 2022. En Europa, para esos mismos años, la cifra fue el 30%. Y no solo se trata de cifras macro sino sobre todo de influencia, de capacidad de pensar en un futuro mejor para sus ciudadanos. La influencia de Asia, con sus grandes paquebotes, China e India a la cabeza, pero también con una flota de potentes actores tales como Corea del Sur, Vietnam y un largo etc. ha cambiado los pesos de las economías del planeta.
Ahora, con esos datos en la cabeza, en Bruselas se han puesto a pedir informes para el futuro de la UE que quisiéramos tener. Y hay dos, atención que existen otros muchos encargados por cada quisque, tienen como autores a dos hombres relevantes de la política italiana: Letta y Dragi. Es curioso que se piense en Roma cuando se crea la Unión y cuando hace falta repensársela. No es Italia ahora un país que lidere la Comisión Europea ni el Consejo, pero ahí están sus hombres dando la pauta de cómo debería ser nuestro futuro.
Ya se conoce el Informe Letta, que se presentó hace unos días y que está siendo debatido en múltiples centros de pensamiento. No pretendo hacer un despliegue de su contenido que me he leído con alguna alegría, he de reconocerlo, pero que me ha levantado serias dudas sobre su capacidad de influir en la política real de este entramado tan complejo que es Europa.
Lo primero que se propone en ese papel es añadir una quinta libertad a las cuatro fundacionales: personas, productos, servicios y capitales. La agradable sorpresa para alguien como yo tan centrado en el tema es cuando esa libertad se pide para: “Enhance Research, Innovation and Education in the Single Market”. Eso sí que suena a música celestial. Por primera vez, se ponen por delante los bueyes para tirar del carro. ¿Cuántas veces habré escrito que está en esos tractores la construcción de una sociedad más prospera? Ahora que eso suena enfocado, justo ocurre cuando en el seno de la UE crecen las propuestas de retroceder en la integración, de fortalecer las naciones frente al nuevo instrumento aglutinador.
Habrá que estar muy certero a la hora de elegir los siguientes rumbos de la UE si queremos que las ideas de Letta puedan prosperar en un Parlamento que piense en el futuro, en volver a convertir Europa en un actor importante en el panorama mundial de la Investigación, la Innovación, la Educación y el progreso.
En otro orden de cosas el informe también propone que se ponga el foco en tres ejes predominantes para el futuro: la transición verde y digital, en continuar con la ampliación al resto de los candidatos en Europa y en construir una Seguridad que nos permita disfrutar de la tan ansiada autonomía estratégica. Cada uno de los apartados podría ocupar uno de estos artículos. No pretendo aburrir con los detalles, solo dar algunas pinceladas de lo que se contiene en el Informe como propuestas originales.
Empiezo por la idea de abandonar las restricción que en el momento de concebir el Mercado Único se quedaron fuera: el mundo Financiero, las Comunicaciones electrónicas y la Energía. Todos los que seguimos el devenir de la UE hemos visto cómo la existencia de estas excepciones ha truncado las expectativas de creación de grandes campeones mundiales que pudiesen haber competido en los mercados globales por un reparto más justo de la tarta. ¿De verdad cree Letta que ahora, por decirlo en su informe, se van a cambiar esos límites a las libertades tan deseadas? Yo prefiero soñar con que así sea, pero me parece que harían falta muchos diputados en el Parlamento que salga el 9 de Junio soportando estas ideas para que pudiésemos concebir un Mercado Único y Global.
Porque se trata de hacer crecer a esas potentes empresas europeas para que podamos competir con los gigantes que viniendo del Este y el Oeste amenazan, de forma muy pujante, las posiciones conseguidas en el siglo pasado para los consorcios europeos. Apostar por que como se dice en el Informe “Europa no puede ni debe ceder su rol como líder e la fabricación a otros” exige de coherencia a la hora de combatir posiciones de dominios nacionales cuando la amenaza nos viene de fuera de nuestros límites. Como un ejemplo de lo que se podría hacer para ensanchar la industria europea se propone que todas las capitales de la UE estuviesen conectadas a través de enlaces de Alta Velocidad, tecnologías en las que las empresas europeas siguen teniendo liderazgo mundial.
A la espera del Informe Dragi, la lectura del de Letta me ha dejado ese regusto de las novelas rosa en las que todo aparece como debiera ser pero que no convence sobre su capacidad para darle la vuelta a una situación que no es para nada la que quisiera. Y todo esto dependiendo de lo que pase el 9-J.