DESTRUCCIÓN CREATIVA: OTRO EJEMPLO DE SU PERMANENTE VIGENCIA
La semana pasada escribía sobre los CENTROS TECNÓLOGICOS en España y el reciente encuentro MEETECH que se celebró en Madrid con un gran éxito de participantes y de contactos entre investigadores, empresas y responsables políticos de la Innovación y la cooperación entre ella y la Ciencia y la Tecnología.
Ahora quiero pararme unos minutos en destacar algo reciente relacionado con estos ámbitos: la aparición de un nuevo Centro Tecnológico, el INNOVA IRV, Fundación Ricardo Valle de Innovación que nace para ayudar al crecimiento y consolidación de la industria generadora de tecnologías digitales en España. Las razones de su aparición no parecen muy diferentes de las que alumbraron en el pasado muchos de los 43 CT inscritos en FEDIT en la actualidad. Sin embargo, en su ADN creo que sí que hay elementos de novedad que merecen ser destacados.
Nace este nuevo Centro impulsado desde AMETIC, asociación presidida por Pedro Mier, que hoy lidera con todos los méritos los sectores de la industria digital en nuestro país, tras haber superado los tiempos en los que fue preciso definir bien la defensa de sus asociados y saber identificar el papel global de la revolución digital, que va mucho más allá de las clásicas industrias de la electrónica y las telecomunicaciones. Ese padrinazgo del IRV, concebido por los actuales directivos de AMETIC, con el indudable liderazgo de su Presidente Ezequiel Navarro a la cabeza, ha influido de forma muy notable en la concepción del nuevo Centro que ha encontrado su oportunidad para nacer bajo el paraguas de Málaga, la ciudad con más impulso innovador de España.
El Centro ha definido tres campos de actuación en su momento de salida: Microelectrónica, Tecnologías Digitales Transversales y Tecnologías Digitales Aplicadas. Con esos tres vectores se cubren gran parte de los campos en los que se van a dar las grandes transformaciones industriales en el futuro inmediato: microprocesadores, ciberseguridad, inteligencia artificial, salud digital, economía circular, agroalimentación, nuevos estándares de comunicaciones 5G y 6G, etc.
Lo más destacado de este proyecto radica en las personas que, desde sus actuales responsabilidades en sus empresas, se han puesto manos a la obra para crear 1000 puestos de empleos directos, más de 100 empresas de base tecnológica, 300 patentes PCT y atraer más de 500 millones de euros, todo ello en los próximos 10 años. Y esas personas son líderes actuales en las empresas que han identificado esos retos como imprescindibles para crecer y hacerse más competitivos en los mercados mundiales. Así ver en el cuadro directivo del IRV a personas y empresas como el ya citado Ezequiel Navarro (PREMO), a Antonio Gómez-Guillamón (AERTEC), Bernardo Quintero (GOOGLE), Fernando Hardsmal (DEKRA), Juan Manuel Melero (ERICSSON), Rafael Sánchez (ENDESA), Antonio de la Prieta (ACCENTURE), Enrique Serrano ( TINAMICA), entre otros, es una garantía de que las decisiones de desarrollo de nuevos productos y soluciones que tome el IRV van a responder a necesidades reales, anticipadas, de los sectores que han de generar la riqueza de nuestras sociedades en el futuro mediato.
Persiguen y hasta el momento lo consiguen definir qué hay que hacer, identificar los conocimientos necesarios para conseguirlo, invitar a los mejores a sumarse en el proyecto y lo que, para mi es más importante, poner al frente del proyecto a verdaderos expertos empresariales para que no se desvíen los intereses de los promotores. LA EMPRESA EN EL CENTRO, que parece una broma en este contexto, pero que es un rasgo definitivo de lo que es el IRV, proyecto que ha nacido en Málaga pero que aspira bajo la tracción de AMETIC a que se multiplique en otros territorios.
Esta idea, tan querida por las autoridades europeas, de las regiones avanzadas, tiene en España un potencial tremendo. Partimos de una iniciativa empresarial que busca la imprescindible cooperación del sector público para multiplicar el efecto incentivador. El ejemplo que el siempre alabado Ayuntamiento de Málaga ha dado en el nacimiento del IRV debería ser seguido por otras autoridades regionales o municipales si quieren que sus territorios acojan polos de desarrollo tecnológicos soportados por las empresas, las universidades y los institutos de investigación, colaborando desde el principio bajo la premisa del liderazgo empresarial.
Bienvenido Instituto Ricardo Valle; gracias a sus promotores por traer nuevas ideas para resolver viejos retos a través de la destrucción creativa, señero mensaje, aún vivo del pensador Schumpeter. Ojalá veamos nacer nuevos Institutos como este en los próximos años.